Descripción
Los terapeutas somos figuras de apego y referentes en la terapia, somos el ejemplo de un buen estilo de apego, ¿por qué?, porque son los pacientes y las personas con las que trabajamos los que van a practicar su estilo de apego y vinculación con los demás en la terapia. Además cada estilo de apego determinará su responsabilidad para con la terapia y el proceso terapéutico.
Es importante partir siempre de un buen trabajo previo, su experiencia pasada, es decir, cómo recuerdan ellos que fue su vinculación con su madre, su padre o con otras figuras de referencia, o dicho de otra forma, cada experiencia vivida y recordada de niños se puede asociar a un tipo de apego.
Tan importante es observar el estilo de apego que tenemos enfrente como el nuestro propio, puesto que si no tenemos identificado cuáles pueden ser nuestras habilidades y nuestras debilidades, pueden ocurrir episodios difíciles de manejar y vinculaciones no terapéuticas.
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